✓ Urge evaluar la forma en que se hace uso de las herramientas disponibles en nuestro país
✓ Existe falta de control de estos procesos por parte de las autoridades pertinentes
Para los productores miembros de esta cámara es de mucha preocupación lo sucedido, sobre
todo porque por un hecho aislado, se generaliza, afectando de forma muy negativa la imagen
de nuestro país y a un sector que ha sido pionero en la implementación de medidas
alternativas a los agroquímicos buscando la disminución de cargas químicas en sus procesos
productivos, procurando garantizar la inocuidad del producto ofrecido a sus consumidores.
Nos referimos a la noticia sobre la alerta emitida por la Unión Europea sobre la presencia de
residuos de la molécula Clorotalonil en melones costarricenses fuera del límite máximo
permitido.
Lamentablemente, a pesar de las investigaciones que lleva a cabo el Servicio Fitosanitario del
Estado aún no tenemos información detallada para poder referirnos apropiadamente a lo
sucedido, sin embargo, se nos informó que se trata de un cargamento pequeño de fruta, de
uno de veintitrés productores exportadores de melón y sandía nacional.
El fungicida Clorotalonil, es una molécula fabricada en Europa y en Estados Unidos, se utiliza
como parte de un proceso de manejo integrado de control de enfermedades en las fincas
productoras de melón. El ingrediente activo esta registrado para uso en plantaciones de melón
tanto en Costa Rica como en los países de la Unión Europea, es decir, (es de uso restringido,
no prohibido en UE) el límite máximo permitido de la sustancia es de 0.01 mg/Kg, así
constituye una herramienta más que debe ser utilizada de forma responsable, según las
indicaciones del fabricante.
El Servicio Fitosanitario del Estado, es el ente encargado de la regulación, registro y
aprobación, uso y manejo seguro de agroquímicos y productos para el control de plagas y
enfermedades de los diferentes cultivos. Lamentablemente por diversas razones, el Ministerio
de Agricultura y Ganadería en términos de asistencia técnica, procesos de control, educación,
capacitación sobre uso adecuado de agroquímicos y buenas prácticas agrícolas, no tiene un
impacto significativo desde hace ya décadas; esto, aunado al rezago histórico en el registro de
nuevas moléculas más eficientes y amigables con el ambiente ha favorecido el uso inadecuado
de los agroquímicos, ya que los productores no cuentan con instrumentos ni tecnologías
accesibles para atender sus cultivos, poniendo en serio riesgo la producción, pero sobre todo
la salud de los consumidores.
CANAPECU considera que, a pesar de lo desafortunado de la situación, esta es una muy valiosa
oportunidad de traer a discusión la urgencia de evaluar la forma en que se hace uso de las
herramientas disponibles en nuestro país, así como la necesidad de actualizar y modernizar la
cartera de productos disponibles, además de implementar y agilizar procesos de control por
parte de las autoridades pertinentes.
Actualmente, a los productores se les exige productividad, competitividad, rentabilidad,
sostenibilidad y una producción verde, sin embargo, aseguran no contar con los adecuados
instrumentos, tecnologías, mecanismos y/o elementos que permitan alcanzarlos. En el país
existen serios problemas al no disponer de modernos y mejores plaguicidas por ineficiencia
del sistema vigente, poniendo en serio riesgo la producción, los empleos, la generación de
divisas, los mercados para productos agropecuarios costarricenses.
Por tanto, CANAPECU considera que la posible solución al problema es un tema que pasa
mucho por la voluntad y actitud que tengan los involucrados y el liderazgo de los jerarcas de
turno. Es imprescindible poder tener acceso a nuevas tecnologías para mantener una
agricultura en Costa Rica sostenible, productiva, moderna, rentable y competitiva.
Desde Cámara Nacional de Productores y Exportadores de Cucurbitáceas de Costa Rica
(CANAPECU), hacemos un llamado a sumar esfuerzos para la búsqueda de soluciones
integrales que permitan por fin resolver los problemas que enfrentamos. Es indispensable
para el sector agro productivo nacional poder registrar nuevas tecnologías que permitan
reducir el impacto negativo del clima, plagas y enfermedades sobre la producción, asociado a
un esfuerzo por implementar más y mejores estrategias de manejo integrado de plagas
reduciendo el riesgo para los consumidores y el ambiente.